El icónico grupo argentino Los Fabulosos Cadillacs regresa al Perú para celebrar este viernes 8 en Costa 21 con su nueva gira “El León del Ritmo”. Hablamos con el saxofonista y uno de los miembros más antiguos de la banda sobre su relación con éxitos como «Matador» y «Mal Bicho», y por qué «se separaron» en 2002 y las percepciones de éxito entre los grupos de género urbano.
En 1988, para los grupos de música argentinos de esa época, solo existía el rock’n’roll y el tango, desconociendo la existencia de ritmos que formaban la base de la salsa representada por la Fania, varios artistas argentinos, entre ellos el ícono Charly García, Rechazó la oferta de Jerry Masucci y Celia Cruz de colaborar en una canción con el traductor, aun cuando los grandes vecinos de Buenos Aires decidieron alejarse de la salsa, sólo los Cadillacs de Los Fabulosos se atrevieron a participar en esa canción. pasó a la historia como uno de los mejores dúos: “Vasos Vacíos”.
“Sin Internet ni ninguna forma de contactar a grandes artistas, la información era un bien preciado y nosotros lo sabíamos, pero otros no. Me acuerdo que Charly no sabía quién era”, mencionó uno de los integrantes más antiguos del grupo, Sergio Rotman, en entrevista con El Comercio.
En el lado más experimental, grabaron 16 discos y en diferentes épocas, han ha colaborado con numerosos artistas argentinos e internacionales. Además, han recibido varios premios, entre ellos MTV Video Music Awards, Latin Grammy Awards, MTV Latin America y los Premios Gardel. Con casi 40 años de trayectoria en la industria musical, el grupo, con su indefinible género musical, siguen haciendo lo que más les apasiona: la música.
-“¿Cómo pueden convivir varias mentes creativas de casi 40 años?
Todo se basa en que nos conocimos cuando éramos muy jóvenes y todavía recordamos que venimos de la escena underground de Argentina. Recordar que hacemos esto porque queremos, no para tener éxito, nos hace sentir más satisfechos mientras disfrutamos del reconocimiento más adelante. Ahora ya no somos amigos, somos familia, aunque las cosas no van tan bien, en algún lugar dentro todavía nos odiamos. De todos modos, nos dimos cuenta de que es mejor odiar a alguien que conoces que a un extraño.
-Con tanto tiempo vivido como banda ¿Cómo defines a los Fabulosos Cadillacs?
El equipo es como una persona y ha pasado por viajes que nos han acompañado desde que empezamos cuando teníamos 20 años. Ahora, a los 60 años, nos damos cuenta de que hemos grabado discos increíbles, discos menos buenos, que hemos sido famosos y que hemos fracasado hasta tener este estatus de leyenda.
“¿Cuáles son los desafíos para las leyendas?
El problema de Cadillac es que tenemos tantas canciones exitosas que es difícil elegir cuáles tocar para la audiencia, especialmente porque quieren conectarse con ciertas canciones. Por eso no dejamos ningún álbum, por más antiguo que sea, fuera de la setlist. Por otro lado, nuestras presentaciones en vivo son una fiesta, eso no se lo podemos negar al público por lo que no podemos evitar tocar “Matador”. La vida es horrible, por eso los Cadillacs le damos a la gente lo que queremos.
―¿Cuál es tu relación con viejos éxitos como “Matador” o “Mal Bicho” y tus nuevas canciones?
Muy pocos grupos tienen temas como “Vasos Vacíos”, “Quinto Centenario”, “Calaveras y diablitos”, “Siguiendo la luna” y muchos otros. Puede que cambiemos algunas de las canciones en cada show, pero tenemos al menos 15 canciones esenciales. Sería un gran acto de arrogancia no tocar nuestros éxitos porque sólo queremos mostrar las novedades. Si esa persona paga el billete, se va con amigos y se emborracha. ¿Quiénes somos para no jugar al “Matador” o al “Mal Bicho”?
“¿Por qué se “separaron” en 2002?
Sucede que empezamos cuando éramos muy jóvenes, como entre 18 y 20 años. Durante el primer período de nuestra transición de vivir con nuestros padres a casarnos y tener hijos, pasamos todo ese tiempo en Los Cadillac. Después de este periodo de “vida nocturna” necesitamos descansar, hacemos 180 espectáculos al año y de 365 días solo dormimos 25 días, el resto son viajes que hacemos. Me encontré en un mal estado mental. Lo necesitamos, cuando paramos descubrimos que nos estamos convirtiendo en otra persona, no estamos creciendo, simplemente nos estamos haciendo mayores, como la gente de mi generación.
-¿Cómo afrontar reunirse nuevamente?
Cuando regresamos, teníamos varios álbumes y éramos considerados leyendas musicales. No podíamos ver nuestra carrera de otra manera, ya no somos los años 80, ahora tenemos un catálogo establecido, así que simplemente miramos hacia atrás sin nostalgia y convertimos esas canciones en himnos. Hasta hoy los jugamos como la primera vez, no nos aburrimos mientras jugamos.
“Para algunas bandas que atraviesan sus primeros 15 o 20 años, ¿pueden hacer una pausa en ese contexto o no pueden parar?
Si no montaste a caballo en el siglo pasado, estás jodido en el siglo XXI. La música ya no es música, creer que cualquiera puede lograr cualquier cosa es sólo una trampa. El hecho de que te traigan música sin fin no significa que en realidad tengas nada. Cuando era niño tuve 10 grandes álbumes que consideraba irrenunciables y que hoy están perdidos. Los artistas urbanos nunca te lo admitirán porque no tienen cerebro y es más, son parte de esta farsa. No puedes volver atrás, será más difícil, pero el mejor consejo es: «Haz lo que tu trasero quiera».
¿Este consejo aplica a todos o solo para grupos ya consagrados?
Bueno, si estás jugando a un género urbano, todo tiene mucho que ver con el lugar al que vayas y el paisaje. Pero si tocas metal, rock u otros géneros, haz lo que amas, toca todo lo que puedas y agrega emoción a las canciones.
“En este contexto, ¿dónde hay lugar para la buena música?
Es bastante difícil para nosotros, es muy difícil hoy en día encontrar música profunda o encontrar una manera de transmitir algo más allá de una gran cantidad de copias o vistas.
Fuente: Ángel Navarro
